Un esguince es una lesión en un ligamento (el tejido blando que conecta los huesos entre sí en las articulaciones).
El ligamento que se lesiona con mayor frecuencia en el dedo pulgar es el ligamento colateral cubital. Este ayuda a conectar el pulgar con la mano del lado cercano al dedo índice; le permite al pulgar servir de poste. La lesión de este ligamento a veces se conoce con el nombre de “pulgar del esquiador” porque es una lesión común producida por el palo de esquiar. El ligamento colateral radial está al otro lado del pulgar; se puede desgarrar, pero no es tan común como el desgarro del lado del cúbito. En la Figura 1 puede ver ambos ligamentos.
Los esguinces son comunes en los deportes y las caídas cuando el pulgar está atascado en otro jugador, el suelo o una pelota, o bien cuando el pulgar se dobla a una posición extrema. Se pueden desgarrar uno o más ligamentos (Figura 2).
El pulgar o la mano por lo general se inflaman; puede haber un moretón. El dolor puede durar tan solo una o dos semanas. Después, el problema suele ser la función: puede que tenga dificultad para escribir, darle la vuelta a la perilla de una puerta o sostener un vaso. A veces se siente dolor y otras, debilidad.
Las radiografías pueden mostrar si los huesos del pulgar y de la mano están rotos. El especialista en la mano le examinará el pulgar para determinar si el ligamento está desgarrado. Algunos desgarros se pueden tratar usando una tablilla o un yeso. Otros desgarros tienen que arreglarse quirúrgicamente.
Si la lesión es crónica, el ligamento podría no sanarse ni siquiera con tratamiento. En esos casos, a veces se crea un nuevo ligamento usando un tendón. Si en la articulación hay artritis, la mejor opción podría ser fusionarla para que no se mueva en absoluto.